Quienes nos dedicamos a la política y
usamos Twitter sabemos que una de las cosas que quieren los ciudadanos es que
los políticos estemos dispuestos a conversar.
Y en esas conversaciones y en los tiempos en los que estamos, las
preguntas siempre son:¿Quién va a ser el candidato del PP a la alcaldía?; ¿Vas
a ser tú?; ¿Quieres ser candidato?.
A
las dos primeras preguntas nunca respondo porque no puedo, porque, gracias a
Dios, no tengo entre mis funciones la de participar en la decisión sobre el
candidato a la alcaldía de Cuenca. En cuanto a al tercera, la respuesta es
fácil: No hay ningún otro reto que pudiera ilusionarme más que el de ser
candidato a la alcaldía de la ciudad más bella del mundo.
Sin
embargo, me parece más sugerente responder a un perfil de Twitter “@Por_Cuenca” que ante una información que
indicaba que 3.177 conquenses se marchaban fuera para conseguir empleo, nos
pedían “propuestas y soluciones”.
En
primer lugar haría una reflexión general: Todo está cambiando y a bastante
velocidad. Aquella visión que teníamos la mayoría de los jóvenes que hoy somos
“cuarentañeros” avanzados, de casa en propiedad, trabajo como funcionario y
movilidad geográfica 0, se ha quedado completamente “demodé”. Hoy, como en
Europa, se trata de estar preparado para cambiar de lugar de trabajo y de
trabajo. Lo importante es que nuestra formación y las condiciones del mercado
laboral nos permitan trabajar continuamente y mejorar nuestras condiciones con
el paso del tiempo.
Pero
claro: Una cosa es que un joven conquense se marche porque quiera, por razones que tengan que ver con la promoción profesional; y otra, que lo tenga que hacer obligado porque
aquí no hay manera de trabajar. Aunque esto no es un problema exclusivo de
Cuenca, es éste el que nos interesa.
Cuenca
puede y debe ser una “Ciudad Imán”, una ciudad que atraiga personas y empresas.
Pero para eso hay todavía mucho que hacer.
El
próximo alcalde (o alcaldesa) de Cuenca que, como todos los conquenses saben,
será del PP tendrá una enorme tarea
que deberá acometer con rapidez.
Deberá
redimensionar el ayuntamiento, garantizando el puesto de trabajo de todos
aquéllos que lo hayan obtenido mediante un proceso selectivo legal, bajo los
principios de igualdad, mérito y capacidad: o sea, funcionarios de carrera,
interinos y laborales fijos. Tendrá que trabajar en una nueva Relación de
Puestos de Trabajo en contacto con la representación sindical de los
trabajadores que reorganice el consistorio y lo haga más eficaz:
El
nuevo alcalde (o alcaldesa) tiene que acometer con valentía una reducción de
impuestos a los conquenses y, sobre todo, a los empresarios, para que estos
mantengan y creen empleo. Y se deberán estudiar beneficios fiscales para que
los emprendedores fijen su vista en nuestra ciudad.
El
primer edil tendrá que acometer Planes de Reactivación del Centro y el Casco Histórico para hacer de esos
espacios focos de atracción. Renovación urbana, movilidad e impulso del
comercio son elementos que deben aparecer en esos planes.
Y
debe orientar nuestra ciudad al turismo. Esa debe ser nuestra vía de creación
de riqueza y desarrollo. La creación del Museo Paleontológico –si Ávila deja de
poner trabas-, la Ruta de Dinosaurios que Benjamín Prieto ha impulsado desde
Diputación; el impresionante Mosaico de Noheda, etc; son nuevos elementos que se
suman a una oferta ya rica de por sí, pero que hay que llevar con inteligencia
a todos los rincones. Y no desaprovechará propuestas que hemos realizado en
esta legislatura y que no han pasado el filtro del equipo de gobierno como
nuestra candidatura a Capital Gastronómica de España.
Esto
son solo retazos, apuntes de la tarea
ingente que tendrá encima de la mesa el nuevo alcalde o alcaldesa del PP que a
buen seguro devolverá a la ciudad la limpieza que tuvo cuando fue gobernada por
alcaldes populares.
El
candidato del PP se conocerá "cuando toque", pero ya sabemos por dónde hay que
empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario