El evangelista San Mateo, en el capítulo 7 y en el versículo 16, dice: “Por sus frutos los conoceréis”.
Pues bien, a nuestro alcalde, que no ha hecho otra cosa en su vida que dedicarse a la política, ya podemos ir conociéndolo por sus frutos.
De su paso por el ayuntamiento como primer teniente de alcalde podemos señalar algún que otro hito reseñable. El mayor de sus logros es el “Bosque de Acero”, un pufo inútil e inservible que le ha costado a la ciudad de Cuenca unos siete millones de euros. Hace tiempo que Ávila nos dijo que estaban estudiando qué utilidad darle. Igual es mejor que el alcalde no tenga ninguna “icdea” genial al respecto.
Otra de las hazañas de Ávila en el consistorio conquense es una oferta de empleo público que puso en marcha en el año 2006, que ha sido declarada nula por los tribunales, y que afecta a decenas de trabajadores. Hace poco conocíamos una sentencia del TSJ de CLM que obliga a ejecutar la sentencia que Juan Ávila, ahora como alcalde, intentaba no ejecutar, usando un informe chapucero de su Director General encubierto que le cuesta al ayuntamiento la friolera de 75.000 euros al año.
Pero Juan Ávila también ha dado fruto como Presidente de la Diputación. Además de los lazos de las Casas Colgadas y de los 400.000 euros de viajecitos de AVE, Ávila se sacó de la manga su gran “icdea”, un proyecto que iba a revolucionar nuestra ciudad y que nos iba a situar a la vanguardia de no sé qué.
En realidad se trataba de construir otro edificio, quizá bosque, tal vez selva, para digitalizar el 90% del patrimonio audiovisual español, o algo así.
La cosa, según hemos sabido, es que D. Juan Ávila Francés, sabiendo que tiraría con “pólvora del rey”, pidió una subvención para montar el Instituto del Conocimiento, la Digitalización y el Emprendedor Audiovisual (ICDEA). Habló del asunto, nos contó la cosa, aireó la idea, pero nada hizo. Bueno, nada no, adjudicó la construcción del edificio, ya como presidente en funciones, por la nada desdeñable cifra de 2.248.944, 30 euros, aunque le faltaba un pequeño detalle como la disponibilidad de los terrenos.
Ahora, la Diputación ha tenido que devolver casi 7.000.000 de euros por la subvención recibida y no usada, los préstamos concedidos y los intereses de demora.
O sea, que las dos grandes “ICDEAS” de Ávila, el Bosque de Acero y el Insituto citado, han supuesto a los conquenses unos 14.000.000 de euros.
No quiero ni pensar cuantas “icdeas” geniales se le pueden ocurrir a nuestro ínclito alcalde si consigue vender- ¿vender?- el agua de Cuenca por 17, 5 millones de euros. Miedo me da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario