Fui un duro opositor durante mi etapa de portavoz del Grupo Popular en el ayuntamiento de Cuenca. Lo fui porque quien tenía enfrente, el alcalde Juan Ávila, era un adversario rocoso y listo. Hice dos intentos de llegar a acuerdos con él y me engañó ambas veces. Una oposición como la que hice me granjeó muchas críticas pero creo que fue acertada la decisión estratégica de afrontar la oposición de la manera que lo hicimos. El resultado fue a recuperación del gobierno.
Por eso, me ha resultado difícil entender, en un principio, la decisión de Paco Núñez, el presidente del PP de CLM, de facilitar a Emiliano García Page la posibilidad de volver a presentarse como candidato a la presidencia de CLM, y llegar a un acuerdo con él para eso y para que los diputados puedan dedicarse en exclusiva a la labor parlamentaria.
¿Por qué no oponerse? ¿Qué sentido tiene que mi presidente parezca poner una alfombra a Page?
Esas preguntas me rondaban a mí y seguramente que a muchos de los afiliados y cargos públicos del PP. Algunos, como la ex senadora Montserrat Martínez, han expresado sus dudas y su descontento con esta decisión.
Paco Núñez es joven pero tiene mucha experiencia política. Ha sido alcalde varias legislaturas y eso, por lo menos para mí, es un tanto muy a su favor. ¿Por qué tomaría esa decisión?
Tras hacer una reflexión, creo sinceramente que Núñez tiene razón y que adoptó la mejor decisión.
Page tiene mayoría suficiente para tomar esa decisión con los votos de su grupo, sin necesidad de recurrir al PP. Podría haber intentado adoptar ese acuerdo con Ciudadanos, dejando el PP fuera del consenso.
Núñez,con este movimiento, consigue ganarse una imagen de político de estado, de político que mira a largo plazo y de político capaz de llegar a acuerdos. Eso puede no gustarle, en un principio, al "voto duro" del PP, pero sí a los votantes volátiles, al llamado "voto blando" que es el que hay que recuperar. Además,con ese acuerdo, se recupera la posibilidad de que los parlamentarios regionales puedan dedicarse en exclusiva a la labor por la que han sido elegidos. No se puede pedir que un parlamentario mantenga su trabajo habitual, además realice la labor parlamentaria, preparando inciativas, asistiendo a comisiones y plenos, y también se recorra de arriba a abajo provincias que, como la nuestra, tiene 238 municipios.
Y Núñez, además, con este movimiento, se ha separado definitivamente de la mano de Cospedal y eso creo que es sumamente importante.
Ahora ya, Paco Núñez tiene las manos libres para definir e impulsar su proyecto para CLM. Y una vez que ha orientado con acierto su viaje, dirigiéndolo hacia donde él quiere, debe también mejorar la tripulación, jubilando a marineros que pesan ya demasiado. ¡Suerte, presidente!
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