Hace unos días pudimos leer en varios medios de comunicación una propuesta de Berlusconi de reducción de provincias y municipios italianos, con el objetivo de reducir gastos de manera importante. 36 provincias de menos de 300.000 habitantes y 1.500 municipios de menos de 1000.
Esta propuestas ha reabierto un debate en España sobre la oportunidad, o no, de seguir el mismo camino.
Es evidente que en España la provincia tiene un mayor arraigo sentimental y administrativo que en Italia y que la eliminaciòn de municipios puede generar malestar, dados los vínculos afectivos de las personas con sus lugares de nacimiento o con las localidades donde viven. Sin embargo, es evidente que todo el mundo considera necesario una fuerte reducciòn de gastos, sin el cual, el mantenimiento de las distintas administraciones es inviable.
Desde mi punto de vista, la propuesta de Berlusconi es coherente y debería servirnos para abrir una reflexión al respecto en España. No se trata de copiarla al pie de la letra, pero sí de estudiarla y adpatarla a nuestra realidad.
En España, al gran número de municipios de reducido tamaño, se une el hecho del número de administraciones que operan sobre el mismo territorio. En la ciudad de Cuenca tienen competencias, muchas veces repetidas, el ayuntamiento, la diputación provincial, la Junta de Comunidades y el gobierno de España. Esta duplicidad competencial genera ineficacias y, por tanto, gastos innecesarios. Hay algunos, además, que ahora quieren inventarse un nuevo nivel competencial, sin elimininar ninguno de los ya existentes. Tal vez se les queda pequeño su ámbito de gobierno.
Es necesario, por tanto, una clarificaciòn del ámbito competencial que establezca claramente de qué se ocupa cada administración. Y se debería buscar una fórmula que reduzca el número de municipios y que no suponga un problema para la vinculación afectiva de las personas con sus pueblos.
Se trata de reducir la administración lo máximo posible, hacer realidad eso de "hacer más con menos". O sea, nada que ver con lo que pasa en el ayuntamiento de Cuenca donde se ha aumentado el número de concejales liberados- eso sí, solo para el equipo de gobierno socialista-, y se ha creado, por ahora, una Dirección General encubierta a más de 72.000 euros anuales. Y además, el alcalde juega a inventarse una diputación reducida que pueda ser gobernada por él. Hasta otra.
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