Querido Darío:
He
recibido tu atenta carta en la que me dices que quieres ser alcalde de nuestra
maravillosa ciudad. Aunque como puedes comprender no voy a votarte, sí quiero
darte respuesta a tu misiva.
Está
muy bien que quieras llegar a cada uno de nosotros con el instrumento
tradicional de la carta. Es verdad que ocupa mucho más tu foto que lo que luego
nos cuentas pero estamos en el mundo de la imagen y, ya sabes que “una imagen
vale más que mil palabras”. No diré nada de la foto pero sí alguna cosa de tus
palabras.
Cualquier
consultor político que vaya a llevar la campaña de un candidato debe hacerle
una primera pregunta: ¿Por qué quieres ser alcalde?
En
tu carta contestas a esa pregunta pero la respuesta, desde mi punto de vista,
es bastante pobre. Contestas a la pregunta atacando a Cospedal que ya ha dejado
la política. Es triste, Darío, que tu motivación para acometer la carrera a la
alcaldía no sea activa sino reactiva. Genera una ilusión nula en quienes lean
la carta saber que no tienes proyecto alguno, que lo único que te ha movido a
presentarte como candidato es hacer oposición a Cospedal que ahora está
dedicada a su trabajo como abogada del estado. Creo que incluso tus posibles
votantes se habrán quedado defraudados al comprobar que los socialistas solo
sois capaces de mirar hacia atrás, con ira, que no tenéis capacidad de abordar
el futuro.
Y
en tu carta aparece también esa necesidad casi filial de que, para poder
actuar, Page te lleve de la mano, cual
niño temeroso y perdido.
Pero
mira, Darío: Page, ni va a ganar, ni va a gobernar. Paco Núñez será el próximo presidente
de nuestra región.
En tu carta
reconoces que no estás preparado, ni siquiera dispuesto, para llegar a acuerdos con líderes políticos
que no sean socialistas. Lo que demuestras en tu carta, querido Darío, es que
no estás preparado para ser alcalde.
Por
todo ello, creo que hasta tú tienes claro que el 26 de Mayo Cuenca elegirá a su
primera alcaldesa: Luz Moya liderará un gobierno preparado para llevar a cabo
nuevo impulso de transformación que necesita Cuenca. Y tú, Darío, debes prepararte
para la ardua y necesaria labor de oposición.
Un
abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario